Desde Japón, llega la posibilidad de colocarse una cola a cualquier humano que lo desee. Esta cola es biónica, y responde con movimientos, a los sentimientos que tenga en ese momento la persona. Basado en una tecnología que percibe las ondas cerebrales y los latidos del corazón, el invento se llama Shippo y se mueve y se agita según el estado de humor. La empresa de biotecnología Neurowear con sede en Tokio realiza esta extraña y curiosa proeza tecnológica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario