Ocurrió en Zimbabue, donde Betty Mbereko, de 40 años, viuda desde hace 12, quiere contraer matrimonio con su hijo Farai Mbereko, de 23, ya que está embarazada de seis meses y asegura estar perdidamente enamorada.
La mujer expresó que después de gastar grandes sumas de dinero en enviar a Farai a la escuela, tras la muerte de su marido, ella sintió que ninguna otra mujer tenía derecho a quedarse con su hijo. "Déjenme disfrutar de los productos de mi sudor", dijo ante un tribunal de la aldea.
Por otro lado, Betty afirmó que es mejor "casarse con su hijo" antes que con los jóvenes hermanos de su difunto marido, quienes abusarían de ella. Por su parte, el cacique local, Nathan Muputirwa, señaló: "No podemos permitir que esto suceda en nuestro pueblo. En el pasado, habría sido ajusticiada, pero no lo podemos hacerlo hoy por el miedo a la Policía".
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