lunes, 29 de julio de 2013

El papa Francisco: “Si alguien es gay y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”


Tarcisio Bertone, Pope Francis
A BORDO DEL AVION PAPAL (AP) — El papa Francisco dijo el lunes que no juzgará a los sacerdotes por su orientación homosexual, durante una conferencia de prensa muy franca y de amplio calado a bordo del avión papal a su regreso de Brasil, su primer viaje al extranjero como máximo representante de la iglesia católica.
“Si alguien es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad ¿quién soy yo para juzgarle?”, dijo Francisco.
Su predecesor, el papa Benedicto XVI, firmó un documento en 2005 según el cual los hombres con profundas tendencias homosexuales no deberían ser sacerdotes. Francisco se mostró mucho más conciliador al insistir que los sacerdotes gays deberían ser perdonados y sus pecados olvidados.
Las declaraciones de Francisco fueron formuladas el lunes durante su regreso en avión al Vaticano tras visitar Brasil.
El papa se mostró jocoso y abierto en una conferencia de prensa que duró casi una hora y media.
No esquivó una sola pregunta e incluso agradeció a los periodistas que mencionaron las informaciones aparecidas en una revista italiana de que uno de sus monseñores estuvo involucrado en un caso homosexual.
Francisco dijo que investigó el caso y que no encontró prueba alguna de los señalamientos.
Se le preguntó al pontífice sobre las versiones noticiosas italianas de que un grupo de la Iglesia intentó otrora extorsionar a otros funcionarios eclesiásticos con pruebas de sus actividades homosexuales. Según lo publicado el año pasado por algunos medios de comunicación italianos, las denuncias contribuyeron a la decisión de Benedicto XVI de dimitir.
Aunque el papa insistió que las enseñanzas sociales católicas piden que los homosexuales sean tratados con dignidad y que no sean marginados, agregó que es muy diferente confabularse para usar información privada y tratar de extorsionar.
Francisco respondió a las versiones de que uno de sus ayudantes de confianza participó hace una década en una presunta cita secreta gay.
Dijo que investigó la versión según el derecho canónico y que no descubrió prueba alguna que las respaldara. Sin embargo, dijo a los periodistas que las denuncias se referían a materias pecaminosas, no a delitos como la pederastia.
Y cuando alguien peca y se confiesa, agregó, Dios no solamente perdona, sino que olvida.
“No tenemos derecho a no olvidar”, insistió el máximo jefe de la iglesia católica.

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